domingo, 8 de mayo de 2016

CORAZÓN DE NIÑAS


¡Me encantan los mensajes que me regalan las infusiones que tomamos en casa!

LAS GRANDES PERSONAS TODAVÍA MANTIENEN EL CORAZÓN DE NIÑO

Recuerdo cuando yo era niña que soñaba con ser ya una mujer y hacer lo que decidiera libremente. 
Cuando alcanzamos esa deseada madurez, entramos en la ruedecita de hamster con una venda en los ojos y los años vuelan. 
Frecuentemente permitimos que nos gobiernen todas las responsabilidades que nos echamos a la espalda y esa libertad ansiada en realidad se transforma en rigidez, seriedad, preocupación, prisa, aburrimiento, vacío, tensión, contracturas, frustración. 

¿Cuánto hace que no bailas desenfrenadamente y cantas a gritos?
¿Cuándo olvidaste a pedir lo que quieres con determinación y confianza?
¿Cuánto hace que no combinas el tutú rosa con las botas de montaña?
¿En serio te olvidaste de balancearte en los columpios?
¿Y si hablamos de dibujar, pintar y mancharte la piel con pintura?
¿Desde cuando no sueñas con palacios e interpretas la heroína?
¿Y las risas a carcajadas, de las que hasta se te escapa el pipí?
¿Y las ganas de hacer nuevos amigos?

Rasquemos y hurguemos entre las capas que nos hemos enfundado y descubriremos una niña deseando pasarlo bien, entusiasmarse, moverse, descubrir el mundo con mirada curiosa, bailar, volver a crear mundos de fantasía, saltar, correr, amar inocentemente, abrazar, jugar y reír.

¿Nos damos una oportunidad, nos quitamos el corsé de la seriedad y empezamos a disfrutar de verdad?



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