Cada una de las experiencias vitales por las que transitas puedes elegir vivirlas desde el miedo o desde el amor, desde la sombra o desde la luz, desde el encogimiento o desde la expansión, desde el trauma o desde el aprendizaje, desde el temblor o desde el empoderamiento.
¿Por qué tanto miedo? Mereces ser quien eres, mereces estar aquí, mereces vivir, mereces un lugar privilegiado en este mundo, mereces lo mejor, mereces que tu esencia brille generosamente.
Hoy te propongo que la próxima vez que sientas inseguridad o miedo o incomodidad ante una nueva experiencia, hagas "como si" eso ya lo hubieses vivido un millón de veces y controlaras la situación, habla como si tuvieras la certeza que el éxito está asegurado, muévete como si dominaras perfectamente tu cuerpo y te sintieras segura, vístete como si fueras esa persona que ya ha llegado donde tú quieres llegar, camina como si ya estuvieras celebrando el éxito alcanzado, adopta una posición corporal como si te encontraras mejor que nunca y sintieras que la vida está de tu parte...
¿Cómo se comportaría una persona segura, en paz, exitosa, saludable, alegre, influyente, serena, consciente, creadora, poderosa, bella...?
Hazlo tú.
Quizás al principio sientes que interpretas un papelón, es un juego, imagina que todo esto es puro teatro, y que tú interpretas a la actriz principal, estás dispuesta a ganar el Oscar así que has de sentirlo, has de llegar a emocionarte y apasionarte durante el proceso y por el resultado final.
Es un truquito infalible para romper los muros que nos limitan, las estructuras oxidadas que a nuestro cerebro le interesa mantener, ¡aventurémosnos a explorar terrenos no pisados antes! allí es donde la magia actúa, allí es donde los milagros se agolpan frente a tu puerta, allí es donde todo fluye.
¿Lo probamos? Escríbeme y me cuentas tu experiencia.
¡Muy feliz inicio de semana!
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