OH CAPITÁN, MI CAPITÁN!!

Aquí tienes un timón, anda, agárralo fuerte!

Colócate frente a él.

Tómalo entre tus manos y no lo sueltes. 

Decide la dirección que deseas tomar a partir de ahora en tu vida.

Vamos, que el tiempo pasa y el día de hoy no volverá a repetirse.

Respira decididamente y en marcha!

¿Cómo te sientes más cómod@, formando parte de la tripulación agotada y mareada o siendo el Capitán de tu navío?

Si quieres, puedes soltar el timón, seguirás navegando, a la deriva, sin saber hacia donde te diriges, modificando tu rumbo dependiendo de las circunstancias externas, ya sabes, todas esas que te distraen, dispersan, boicotean, las excusas perfectas para seguir alzando velas bajo la tormenta y seguir viviendo a medias.

Yo me decanto por acariciar el timón con determinación.

Estar al frente.

Aprovechar mi tiempo con intensidad, atrevimiento, serenidad y entrega.

Dirigir mis pasos y energía hacia donde quiero, navegar libre, reposar en los puertos más bellos, manejar mi vida y no ser marioneta.

Si andas algo perdid@, toma esta brújula, venga, atesórala en el bolsillo!

Para que no te pierdas, para que camines orientad@ y segur@.

Solo has de sugerirle a tu brújula interior, que te indique tu sendero, y claro, atreverte a recorrerlo.

Ah! ven, que te hablo al oído para que nadie nos escuche:

no te preocupes si algo sale diferente a como deseabas!

Todo pasa.

Solo avísame y te lanzo uno de estos

 ;))