martes, 18 de septiembre de 2012

MI MOVIMIENTO CORPORAL

El fin de semana pasado, en una barbacoa despidiendo el verano
tomé ésta fotografía


Y en ella he encontrado la inspiración para el
"Cuaderno de ejercicios" de hoy:

Según nos movemos, se transforman nuestras emociones.
El movimiento corporal baja la energía estancada de nuestra mente.

Así que te propongo lo siguiente:

Escoge un lugar tranquilo.
Empieza a caminar hacia delante, hacia atrás, hacia la izquierda, derecha, en todas direcciones.
Escoge tu camino, ritmo, intensidad y tu dirección.
Hay diferentes maneras de vivir la vida, distintas formas de tomarse la vida, distintos caminos por los que pasear, así que escoge el tuyo, siempre a tu manera.

Mientras caminas, observa tu cuerpo, tu forma de caminar, la postura de la espalda, la inclinación de tus hombros, cómo está siendo tu respiración, toma consciencia de tus bloqueos, contracturas, dolores. 
Observa si tu frente está relajada, si tienes el ceño fruncido, observa si tu mandíbula está tensa.

Pon atención a tus pies al caminar: son los que te permiten que avances, son tu medio para ir hacia delante en la vida, sostienen todo tu organismo, son los que están en contacto directo con la madre tierra. 
Camina y siéntete sostenido por ellos.

Ahora pon atención en tus piernas: son las que te impulsan hacia delante, observa si tus pasos son firmes o indecisos, flexibles o rígidos.

Pon atención en tu cadera: es la articulación que te mantiene en pie para caminar, para pasar a la acción.

Enfoca tu atención en tus brazos y manos: en sus múltiples funciones, utilidad y capacidad: coger algo, abrazar, escribir, acariciar, entregar, recibir…
Son la prolongación del área de tu corazón, todo lo que se hace para expresar el amor hacia ti mismo y hacia los demás.

Ahora enfoca tu atención en el plexo solar: en tus emociones aquí y ahora. 

Tu espalda: el sostén de tu cuerpo, su flexibilidad, limitaciones. 
Siéntete sostenido por ella.

Pon tu atención en tu cabeza: en tus ojos que ven, tu nariz que huele, tus oídos que escuchan. 
Observa los pensamientos que ahora pasean por tu mente y te hacen creer historias que no pertenecen a la realidad.

Camina y muévete relajadamente.

Pon atención en tu respiración. 
Obsérvala y conviértela cada vez más pausada, relajada, calmada, larga, profunda.
Con cada inspiración dirige amor y aceptación a cada una de las partes de tu cuerpo, a cada célula, músculo, articulación, órgano, a tu corazón.
Y utiliza la expiración para expulsar de tu cuerpo cualquier preocupación, angustia, dolor que esté impidiéndote disfrutar del aquí y el ahora.

Desperézate, estírate como cuando te levantas de la cama!
Sonríe.


¿Qué tal la experiencia?
Estamos tan acostumbrad@s en fijar nuestra atención a todo lo que ocurre fuera,
que no está mal prestarnos un poquito de atención de la buena.
;-D



10 comentarios:

  1. Muy buena idea, voy a experimentarlo. Gracias.

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  2. Pienso ponerlo en práctica! Seguro que va genial!

    Kate

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  3. Hay que tomar conciencia de que no solo somos pensamiento. Nuestro cuerpo nos acompaña siempre. Voy a intentar ser un poco más consciente de todas esas apreciaciones que pones

    http://blog.conideasyaloloco.com
    www.conideasyaloloco.com

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    1. Sí Nemo, hay que tomar conciencia de quien somos en esencia.
      No somos cuerpo y mente por separado.
      Ya me contarás la experiencia, olvidamos tan a menudo las emociones, el mensaje que nos transmite el cuerpo a cada momento, los hábitos corporales, la respiración...
      Cuando enfocamos la atención y la energía hacia dentro, nos vivimos y sentimos con plenitud.

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  4. La verdad es que tienes razón, nunca nos da por pensar en como son nuestros movimientos, en como respiramos...

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    1. Arantza, más que pensar, la cuestión es sentir, tomar conciencia, vibrar y conocer cómo somos, entender nuestros ciclos anímicos y conectar con nuestro poder interior.

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  5. A veces lo hago!!!
    Oye, por tu entrada deduzco que te gusta el yoga y también la meditación :)

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    1. ¡Qué bien, Andrea!
      ¿y cómo te sientes al hacerlo?
      Practico la meditación a diario y prefiero el taichi o la danza que es en movimiento.
      Considero que podemos canalizar la energía y adentrarnos en nosotr@s mismos siempre desde el movimiento conciente y liberador; no somos una sociedad estática y el ser humano a estado en acción para sobrevivir a lo largo de su historia y eso es lo que yo elijo :))

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