Fotografía tomada por la autora del blog
Baila lo que vives.
Relaciónate con las personas en una especie de danza.
Es cuestión de prestar atención al movimiento natural, escuchar la música, sentir cómo vibra en el pecho y da vida a nuestro templo.
Esta vez, no ha de ser algo intencionado y programado.
¿Te atreves?
Lo único que has de hacer es estar ahí, abiert@, receptiv@, sintiendo, escuchando, fluyendo, expresando lo que brota de tu interior.
¿Te imaginas?
Sintiéndote honrad@ en tu movimiento particular.
Sin aferrarte a un método o una técnica que aprisione tu forma única de ser y crear.
Ssshhh...escucha...es tu corazón que susurra bajito...
Confía en él y suéltate, permite a tu cuerpo que hable, que cuente su historia.
Visualiza todo tu organismo en movimiento, sin fragmentarlo en mente, cuerpo, dentro y fuera.
Experimenta todo tu Ser en movimiento.
Recuerda que, en el movimiento y en la danza, no hay separación ni categorías.
Baila lo que vives.
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