Imaginar no maquillar mi rostro para ir a trabajar o encontrarme con amigas o salir a bailar por la noche no cabía en mi programa mental, me sentía incómoda y me veía fea, con "mala cara".(¿la mala cara era la mía y la maquillada la aprobada?)
Pero ¿sabéis qué?
No maquillarse también es una opción maravillosa.
He de deciros que adoro salir de mi zona de confort para mejorar, retarme, evolucionar, crecer, ser más mi yo auténtico… y que desde hace más de dos años no maquillo la piel de mi rostro.
En mi neceser ya no hay base de maquillaje, ni iluminador, ni brochas, ni polvos bronceadores, ni coloretes… sólo un rimmel y un labial que me aplico algún día a la semana.
¡Hoy puedo decir que me encanta sentir la piel de mi rostro desintoxicada, fresca, limpia, purificada, revitalizada, luminosa, sana, viva!
Me encantan unos labios rojos, unos ojos rasgados con eye liner y una piel con un toque bronceado… ¡es todo un arte! no obstante también amo la naturalidad del rostro, sin caretas, sin ocultar/me mi cansancio, tristeza, mi alma, lo vivido.
¿Habéis oído eso de "voy a arreglarme"? ¿Es que hay algo roto en nosotras, algo que reponer, es que no podemos amarnos bien y permitirnos mostrarnos al mundo tal y como somos?
Y tú, ¿cuál es la causa original por la que te maquillas: eres tú, son los otros, quieres tapar, eliges acentuar rasgos? ¿cómo te sentirías mostrando tu verdadera cara a los demás?
"Empecé, más que nunca, a parecer un camaleón. Nunca era yo misma del todo y estaba cambiando constantemente para que los demás me aceptaran. Antes de comenzar mi nuevo álbum comencé a escribir una lista de las cosas que me ponían enferma. Y una de ella era cómo se lava el cerebro de las mujeres para que sintamos que necesitamos estar delgadas, sexys, deseables o perfectas. Una de las muchas cosas de las que estaba harta era de ser juzgada constantemente por otras mujeres.
Cada vez que salía de casa estaba muy preocupada si no llevaba maquillaje. ¿Y si alguien me hacía una foto y la publicaba? Estos eran los pensamientos inseguros y superficiales pero honestos que tenía, basados de un modo u otro, en lo que otra gente pensaba de mí.
Porque no me quiero maquillar más. Ni mi cara, ni mi mente, ni mi alma, ni mis pensamientos, ni mis sueños, ni mis luchas, ni mi crecimiento emocional. Nada”.
¡Muy feliz inicio de semana, amig@s!! Contadme vuestra experiencia con el maquillaje y cómo os sentís mostrando vuestro rostro sin colorear.
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